miércoles, septiembre 02, 2009

DIAGNOSIS DE PROGRESOS

Diagnostico de los progresos a través del entrenamiento   Con el propósito de simplificar la evaluación científica de la aptitud física en curso, nos remitiremos a pruebas y exámenes que son perfectamente posibles de realizar en nuestro medio. a) Test de la recuperación de la frecuencia cardíaca post ejercicio. Pocos parámetros fisiológicos reflejan tan fielmente el apremio energético a que se vió forzado el F.S. en su trabajo; involucra consumo de oxígeno, gasto energético, niveles de ácido láctico producido, elevación de temperatura corporal, Para usar este test, basta controlar la frecuencia cardíaca en reposo, bajo ausencia de excitación y en completo reposo, su valor será inferior a 40 latidos por minuto en los fondistas y de 40 o algo más en los especialistas en distancias más cortas. Después de concluido el trabajo, habiendo transcurrido aproximadamente 2' a 3', su medición por 6", con el dorso de la mano aplicada sobre la región del latido apexiano (pared costal izquierda, sexto espacio intercostal), mostrará valores superiores a 100; los más fatigados o menos preparados para el trabajo superarán los 130 latidos por minuto. Si continuamos controlando la frecuencia cardíaca nos encontraremos con una gradual disminuición hacia el valor de reposoCuando se está en óptimas condiciones para acometer dicha carga atlética -aptitud óptima para dicho trabajo-, la frecuencia cardíaca llega al doble de la detectada en reposo, al cabo de 20'. Naturalmente, no debemos olvidar que cualquier comparación con perfomances anteriores debe, obligadamente, relacionarse con idéntica carga atlética; en esto último estará involucrado, estado de la cancha, peso del jinete, temperatura ambiente y humedad relativa del aire. Debemos recordar que la disipación de calor corporal (gran problema en el rendimiento muscular), disminuye notablemente con el ambiente caluroso y húmedo, así mismo, la presión parcial del oxígeno en el aire alveolar El número de latidos totalizados en 6" de control deberá multiplicarse por 10 para conocer la frecuencia cardíaca por minuto. No es conveniente contabilizar un tiempo mayor de frecuencia cardíaca porque obligaría a la detención del ejemplar por lapsos también mayores, en circunstancias que la deuda de oxígeno contraída por el ejercicio se salda mejor en movimiento. b) Lactacidemia post ejercicio. Si bien constituye un test no practicable en la misma cancha de 'entrenamientos, su culminación puede lograrse mediante el análisis de las muestras de sangre en laboratorios especializados. Debe usarse un anticoagulante que bloquee inmediatamente la glicólisis anaeróbica -productora de más ácido láctico-, de los glóbulos rojos incluidos en la muestra de sangre. Para esto se usa, entre otros, el fluroxalato de potasio incluido de tubos al vacío*. La muestra de sangre venosa por punción yugular, se debe conservar en frío y centrifugada antes de 120 minutos. El plasma resultante puede ser congelado a -30°C y trabajado posteriormente con el kit reactivo disponible Hace algunos años, tuvimos la oportunidad de medir lactacidemia post trabajo en los mejores fondistas de la generación; comparadas las curvas de concentración de lactatos durante 20' de muestreo post trabajo, pudimos comprobar significativas diferencias con los altos niveles entregados por F.S. de baja estimación hípica, y la mayor declinación hacia los niveles de reposo, en los primeros Como se comentara anteriormente, la muestra debe tomarse entre 5 y 10' post carrera, no existiendo diferencias significativas no obstante se haya trabajado distancias incluidas entre 1.000 y 2.000 metros]. Se trata del mejor parámetro fisiológico a medir en nuestro medio hípico, y su confiabilidad ha sido comparada con todas las constantes incluidas normalmente en un perfil bioquímico]. c) Control de velocidad a 150 latidos por minuto (V150).Se trata de un test de gran utilidad para conocer los progresos conseguidos a través del entrenamiento. Requiere de un sistema telemétrico de información de la frecuencia cardíaca; los hay muy sofisticados y de gran capacidad de transmisión a distancia, incluso a varios kilómetros de la cancha de entrenamiento; sin embargo, pueden ser construidos por la electrónica nacional, a bajo costo y mucho más simplificados. Se requiere de un pequeño transmisor de F. M. con 2 electrodos, ubicados en la cruz y el esternón, y un receptor que entregue la información en forma digital, como cardiotacómetro. Como se anticipara, su uso puede simplificar enormemente la etapa de entrenamiento inicial; se minimiza el riesgo de los entrenamientos con carga excesiva, asegurándose una perfecta y progresiva adecuación cardiorespiratoria y muscular. Este test funcional permite constatar cómo progresa la aptitud locomotiva a gasto energético fijo; además, podría servir para discriminar entre trabajos de F.S. con igual tiempo para la misma cancha y jinete; podríamos saber a quién le costó menos acomodarse a la distancia, considerando la menor frecuencia cardíaca máxima y la prontitud con que se regrese al duplo de la basal A nivel de Haras, podría ser empleado en la selección y tasación de productos al cabo de 4 meses de entrenamiento inicial en picadero. d) Control de tiempo empleado por distancia Si bien constituye el método más usado en la práctica hípica, desde el punto de vista fisiológico merece algunos reparos. Desde ya, no debe probarse el F.S. sobre la misma distancia a competir, sin contar con el tiempo necesario para la completa recuperación del inevitable deterioro articular, muscular, tendinio y ligamentoso. Este tipo de trabajo permite conocer, con bastante aproximación, el grado de aptitud alcanzado para la distancia probada, sobre todo si se realiza en duplas o tripletas, que estimulan el sentido competitivo del F.S. Las diferencias a considerar para el compromiso futuro, estarán relacionadas con los tropiezos propios de la mima carrera, estado de la terreno,cambio de herraje, agregándose el gasto energético suplementario por los cambios de velocidad en el curso de la carrera, diferencias de horario con cortisoles distintos, etc Logrado el objetivo del apronte, toda la fisiología y bioquímica adaptativa se mantienen por un tiempo superior al estimado habitualmente; de modo que, bastaría programar trabajos con carga atlética no superior a 85% de la velocidad máxima, sobre distancias entre 8000 y 10.000 metros, para sacar tanto o más provecho que si intentara homologar la distancia a correr a velocidad supramaximal. Este antecedente fisiológico posibilita el practicar el último trabajo, sobre la distancia a correr, dos o tres semanas antes del evento mismo      

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